La Asociación de Funcionarios/as del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género manifiesta su rechazo ante los resultados del sumario administrativo por denuncia de maltrato presentada por funcionarias de la Dirección Regional de Aysén en contra de doña Elizabeth Gutiérrez Eggers ex Directora Regional del SernamEG.

Así también, nos gustaría precisar algunas consideraciones inexactas que se exponen en el artículo del medio digital “El Líbero” en nota de fecha 30 de diciembre 2024. Link:https://ellibero.cl/actualidad/sumariada-suspendida-desvinculada-y-absuelta-el-via-crucis-de-una-directora-regional-de-sernameg-que-denuncio-despido-irregular/

En primer lugar, hubo tres funcionarias de esa repartición regional que fueron calificadas por entidades externas, técnicas e imparciales como la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) y el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) con una ‘Enfermedad Profesional’, consignando expresamente que éstas se produjeron debido ‘al liderazgo disfuncional que ejercía la ex Directora Regional, doña Elizabeth Gutiérrez Eggers’.

El hecho de que se le haya notificado de una resolución de sobreseimiento, no quiere decir que el maltrato no haya existido realmente en los hechos, sino que no se ha alcanzado el estándar de prueba temporalmente, porque aún quedan recursos pendientes en dicho proceso administrativo.

La ex Directora Regional cuando llegó al SernamEG solía jactarse de que a ella ‘La habían acusado de maltrato varias veces, pero nunca se lo habían podido probar’, lo que es a todas luces inadecuado, más aún en una institución como la nuestra que trabaja previniendo las violencias.

El artículo da a entender que ella habría sido ‘desvinculada por razones políticas’, lo que no se condice con la realidad, ya que ésta se produjo mientras aún se desempeñaba como Directora Nacional (S) una autoridad de su mismo sector político. Incluso hasta el día de hoy, a casi tres años del cambio de administración, aún se desempeñan como Directoras Regionales del SernamEG algunas autoridades que vienen del gobierno anterior que no fueron removidas.

Nos parece gravísimo que en dicho artículo se señale como un ‘modus operandi´, en el cual, supuestamente nuestra Asociación de Funcionarios se habría puesto de acuerdo con las autoridades para acusarle de maltrato para que ‘tuvieran la justificación’ para desvincularla.

Hay que recordar que a los cargos de alta dirección pública en cualquier momento se les puede pedir la renuncia por falta de confianza y que las acciones que realizó nuestra organización respondieron a casos de maltrato concretos por el agobio que ello generó en los equipos de trabajo. Donde sí existió una coordinación política evidente fue en las ex Directoras Regionales que salieron por acusaciones de maltrato, pues todas ellas presentaron tutelas laborales con argumentos calcados, todas acciones legales que fueron desestimadas por la justicia, así como las acusaciones que realizaron en contra de nuestras dirigentas nacionales por haber realizado acciones en el marco de nuestras labores gremiales, lo que constituye una evidente práctica anti sindical. Todas esas acusaciones también fueron desestimadas en los procesos disciplinarios respectivos, no obstante ello, todo esos casos son expuestos en ‘El Líbero’ como una ‘persecución política’, omitiendo deliberada e intencionalmente hechos de la realidad que la prueban como inexistente.

Estimamos que quienes se desempeñan como autoridades en nuestra institución deben estar a la altura de sus cargos, comprendiendo que existe una gran diferencia entre el control jerárquico e infringir temor e intimidación en contra de las funcionarias, que las reuniones técnicas son instancias a través de las cuales se revisa, potencia, refuerza y apoya el trabajo de equipo, y que en ningún caso pueden ser mal usadas, como una instancia para intimidar, insegurizar a través de formas inadecuadas, justificando con ello un liderazgo disfuncional y comportamientos hostiles hacia las trabajadoras.

Nuestra organización tiene como uno de sus principios fundantes la promoción de climas laborales exentos de maltrato, por lo que jamás permitirá que el miedo se instale como una forma de trabajar, sino todo lo contrario, es el respeto y el trabajo en equipo lo que siempre debe prevalecer, que es nuestra obligación denunciar a las autoridades que ejercen maltrato y acoso laboral y apoyar a las funcionarias cuando sus derechos son vulnerados.