Escabiosis: Una enfermedad bíblica

La escabiosis, también conocida como sarna, es una enfermedad altamente contagiosa, que se caracteriza por intensas picazones, sobre todo en los pliegues de la piel y durante las noches, que eventualmente generan heridas profundas en la dermis. Puede afectar a cualquier persona y es más común en los meses de invierno, por el mayor hacinamiento, que por lo general es más frecuente que en meses estivales. El parásito se adhiere a la piel, cava pequeños túneles donde deposita sus huevos, los que eclosionan entre tres y ocho días, provocando un picor intenso, erupciones cutáneas y úlceras.

Hace unas semanas se registró un brote de esta enfermedad en el sur de la región de Aysén y otros casos aislados en algunas comunas y localidades, las que fueron enfrentadas por el Servicio de Salud Aysén (SSA), a través del Hospital de Cochrane, la Atención Primaria (APS) y la propia dirección del servicio, que gestionó la pronta llegada de medicinas para iniciar los tratamientos. “Se generaron estrategias paralelas, a través de recetario magistral y contactos con otros servicios de salud del país, para contar de manera oportuna con los productos”, comentó Tania Alarcón Zurita, Químico Farmacéutica del SSA.

La profesional agregó que “conseguimos productos como la permetrina, que es un fármaco que hay que gestionarlo a través del recetario magistral y la dirección del servicio dio prioridad a este tema”, apuntó.

En estos momentos existe stock de medicamentos, “pero hacer hincapié en que los usuarios deben adherir al tratamiento sugerido por el médico, son medicamentos que tienen una alta efectividad y se refuerza con la comunidad en el ámbito de la prevención”, explicó la química farmacéutica.

La sarna es producida por un ectoparásito, que se transmite por contacto directo o estrecho con otra persona y a través de elementos infectados. El periodo de incubación va de dos a cuatro semanas para el desarrollo de la sintomatología. “Aparecen lesiones en partes específicas como en pliegues, donde hay mayor humedad y calor en nuestro cuerpo y fundamentalmente un prurito y picazón nocturna”, reveló Pablo Briones, epidemiólogo del SSA.

Es importante acudir a una evaluación médica para el diagnóstico y tratamiento y “de esta forma tratar al individuo, como a su grupo familiar”.

Desde el huevo, larva o ninfa al ácaro adulto pasan 15 días y en ese periodo puede infestar a quienes tengan contacto con él, por lo que el tratamiento debe incluir a todo el grupo familiar, “de lo contrario no existe posibilidad de cortar el ciclo del parásito”, enfatiza el profesional epidemiólogo.

Eventualmente los tratamientos requieren ser repetidos, ya que muchos parásitos durante la primera aplicación del tratamiento pueden permanecer como huevos y no son eliminados.

El parásito se elimina a través de varios tratamientos, siendo los principales a base de permetrina, decametrina, vaselina azufrada y deltametrina, las que se aplican en zonas afectadas para que la piel sane de las lesiones pruriginosas que origina el rascado.

La sarna no distingue a las personas, “pero hay ciertas condiciones que facilitan la transmisión, por ejemplo, en este tiempo tendemos a estar más en nuestros hogares y, por lo tanto, más hacinados y esto facilita la transmisión”, dice Pablo Briones.

Lo mismo ocurre en lugares donde hay personas o niños en permanente contacto, como jardines infantiles, colegios, donde claramente hay tierra fértil para su transmisión.

La prevención incluye mantener y reforzar el lavado frecuente de manos y la higiene habitual de las casas, lavar las ropas, incluyendo toallas y sábanas “y aquellos que no se puedan lavar es importante mantenerlos en bolsas cerradas entre cuatro y siete días, ya que este ectoparásito no sobrevive más de 48 horas fuera del huésped, que es el humano y de esa manera se elimina y posteriormente lavar con agua y detergente”, indica Briones.

El contacto físico directo y estrecho es la forma más importante para contagiarse, pero también a través de ropas, bufandas, gorros y piezas de ropa comunes.

Aunque no se trata de una enfermedad grave, que afecte los órganos internos, es importante la evaluación médica y el tratamiento, como asimismo mantener medidas de prevención e higiene al interior de las viviendas.  “Ha sido muy importante la coordinación con la municipalidad de Villa O’Higgins y la delegación provincial Capitán Prat para llevar los medicamentos, al igual que la Seremi de Salud, donde se ha hecho difusión para tomar medidas paliativas y solucionar. Se trasladó un médico y matrona hacia el sur, ya que desde lo administrativo el hospital de Cochrane se está haciendo cargo de las postas del sur”, expresó el director del Servicio de Salud, Gabriel Burgos Salas.

El apoyo de todo el sector público es fundamental en estos casos y por eso se desplegó un amplio operativo médico. “Nosotros como delegación provincial Capitán Prat debemos asegurar la medicación a todos los usuarios, personas de nuestra provincia y por eso hemos articulado con salud, para llegar con los medicamentos en el menor tiempo posible”, complementó Marta Montiel, delegada provincial Capitán Prat.

Miriam Navarrete, directora del Hospital de Cochrane, tuvo que enfrentar el brote de escabiosis, detalla cómo tuvieron que gestionar medicamentos para localidades aisladas en pleno invierno. Y si bien es cierto, primero los casos fueron aislados, luego se generó un brote importante. “Se hicieron pesquisas para luego hacer un catastro y con eso saber la cantidad de medicamentos requeridos e iniciar las acciones para contar con ellos. Es importante señalar que como no es frecuente no se mantiene medicamentos de forma habitual, porque tienen un vencimiento a corto plazo”.

De esta manera “se generaron las compras, se activó la red para contar con ellos, además de Cochrane y cubrir estos requerimientos”.

En este momento las personas afectadas se encuentran en pleno tratamiento, al igual que el grupo familiar, tratamiento que debe ser rigurosamente cumplido para que sea eficaz. Además, se inició un proceso de educación en la zona y una actualización permanente de casos a través de un catastro detallado que lidera el Hospital.  “Quienes tengan lesiones entre las manos, en los pies acudan y consulten y sacarnos el mensaje de que es una enfermedad que a todos nos puede ocurrir, nos podemos contagiar y es importante asumir que es una enfermedad como cualquier otra, que todos la podemos tener y eso significa actuar rápido para que no se propague o el cuadro de cada uno se agrave”, matizó Navarrete.

La sarna como enfermedad infecciosa sigue presente y aparece al menor descuido, se conocen casos desde los tiempos del antiguo Egipto y que son narrados en la Biblia, por eso es relevante mantener las medidas preventivas y evitar sus desagradables consecuencias.