Vacunación: La medida más exitosa para el control de pandemias

Hasta antes del año 2019, cuando aparece el coronavirus (SARS-CoV-2), la humanidad enfrentó algunas pandemias focalizadas en determinadas zonas del mundo, tales como el ébola y la gripe H1N1, pero ninguna tan global como el COVID, que en pocos meses pasó de ser un virus que afectó a China y Asia a características de pandemia, amenazando cada rincón del planeta, como lo declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) a principios de 2020 y que hasta ahora supera los seis millones de personas fallecidas a nivel mundial y más de 57 mil en Chile, 184 de ellas en Aysén.

Es así que los esfuerzos de laboratorios y equipos científicos se convocaron para elaborar una vacuna que permitiera reducir las consecuencias de la enfermedad, pues está demostrado que la inoculación intensiva es uno de los caminos más seguros para la protección de la población, sobre todo aquella que presenta co – morbilidades o enfermedades crónicas.

De este modo fueron varias las vacunas que llegaron a Chile, desde la Coronavac, Pfizer, Astrazeneca, Cansino y últimamente la Moderna. Todas con probada eficacia para combatir efectos adversos en eventuales contagios y minimizar los riesgos para la salud. «Tengo mis cuatro vacunas, más la influenza. No he tenido ningún problema. Estuve en medio de un brote de covid en un sector rural y llegué acá (Coyhaique) un poquito congestionada, pero sabía que no pasaría más allá, así que con toda la confianza del mundo con mis vacunas. Mi mamita se vacunó, está al día y mis crías esperando sus turnos en junio y agosto», relata Rebeca Flores, presidenta de la Agrupación de la Discapacidad Sin Fronteras.

Por eso, la dirigenta hace un llamado a la población regional, personas mayores, en situación de discapacidad, niños y niñas a vacunarse y acudir a los puntos de vacunación, y «también el autocuidado, que es muy importante», precisa la dirigenta.

Una opinión similar tiene Juan Vargas, presidente de la Junta de Vecinos El Mirador, de Coyhaique. «Invitarlos a acercarse a la red de salud para vacunarse contra la influenza y el coronavirus. Gracias a este proceso de vacunación hemos podido regresar a nuestros trabajos los adultos, mientras que los niños, niñas y jóvenes han vuelto a las escuelas y jardines infantiles. Pero para eso debemos seguir cuidándonos entre todos y la vacunación nos ayuda a estar mejor preparados para las enfermedades de invierno», señala.

El Programa Nacional de Inmunizaciones chileno (PNI) mantiene un alto estándar y reconocimiento a nivel internacional, lo que ha permitido erradicar una serie de enfermedades que décadas atrás costaban vidas, sobre todo de niños y niñas.

Tal es el caso de la viruela, tuberculosis, rabia y la poliomelitis, también conocida como parálisis infantil, que dejaron con secuela a miles de infantes en la primera mitad del siglo XX. Chile fue el tercer país del mundo en erradicarla, gracias a la masiva inoculación de niños y niñas, tras la aparición de la vacuna en 1955.

Gracias a su Plan de Inmunizaciones, Chile evitó la muerte y secuela en cientos de miles de niños y probablemente si la vacuna hubiese estado disponible antes muchas personas seguirían con vida.

En 1796 se creó la vacuna contra la viruela y llega a Chile en 1815. Al principio también existió resistencia por parte de determinados grupos, acompañado del temor y la desconfianza. Pero fue importante la voluntad y el apoyo de la Iglesia, a través de los discursos y sermones desde los púlpitos que ayudaron a reducir esa resistencia.

Elizabeth Nahuelcar, quien perdió a su hermana de 57 años producto del COVID el año pasado, se colocó la cuarta dosis y la anti influenza en el operativo del fin de semana en Feria Las Quintas. «Con las vacunas me siento más protegida, no ando con ese miedo permanente», enfatiza.

Filomena Vargas, antigua vecina y dirigenta del sector Víctor Domingo Silva, también acudió a colocarse la cuarta dosis a la Cruz Roja el pasado fin de semana. «Tenemos que continuar protegiéndonos y cuidándonos, porque la pandemia no ha terminado, con las vacunas estamos más seguros y protegidos, así que los invito a que se acerquen a vacunarse, para tener una mejor calidad de vida y pasar mejor el invierno», dijo.

Efecto Rebaño

Para lograr una inmunización óptima se estima que al menos el 85% de la población objetivo debe estar inoculada, lo que se conoce como el «efecto rebaño», es decir, se genera una protección natural por efecto de la alta cifra de vacunados.

Por eso la preocupación del sector Salud por ampliar la vacunación. En estos momentos el grupo más bajo en cobertura son los niños y niñas de 3 a 5 años, «ya que en primera dosis de vacunación COVID la cifra se eleva a un poco más del 60%, pero en su segunda administración llega solo al 40, lo que preocupa al personal de salud, cuando el invierno se hace sentir en la región de Aysén. Esta vacuna permite la confianza necesaria, ya no nos encontramos en una etapa solo de estudio de las vacunas, sino que se ha podido confirmar que los efectos adversos son muy leves y es importante llamar a la confianza de los padres y madres, vacunarlos y protegerlos», advierte Leandra Aguilar, encargada del Plan Nacional de Inmunizaciones del Servicio de Salud Aysén (PNI).

Los estudios indican que a cuatro meses de aplicada la vacuna baja ostensiblemente la inmunidad, por lo que se requiere un refuerzo para mantener la protección, «y evitar nuevos brotes de la enfermedad en la comunidad». La situación se podría ver más compleja con la concomitancia de otros virus, tales como el sincicial o rotavirus, entre otras afecciones invernales que pueden agravar los cuadros en personas mayores o crónicos.

«Vacunarse es un acto de generosidad no solo para nuestros hijos e hijas, sino para la comunidad general y los más vulnerables, que son nuestros niños, niñas, adultos mayores, crónicos y personas inmunodeprimidas», advierte Aguilar.

De no superar el 80% de cobertura en aplicación de dosis de refuerzo podría significar retrocesos en el Plan Seguimos Cuidándonos con lo que aquello significa en términos de restricciones a los desplazamientos.

Combinación de vacunas y Programa Nacional de Inmunizaciones en Chile

Está demostrado y existen lineamientos respecto a la mezcla de distintas vacunas, de la oferta que existe en el país y que hace poco sumó un millón 700 mil dosis de Moderna. Es decir, no hay peligros respecto a la combinación de ellas. «Se revisa, hay un registro, personal capacitado, que nos permite tener el historial, si es extranjero tener el carnet de vacuna o sus certificados y se hace una revisión individual, entonces la gente tiene que tener la tranquilidad que se va a revisar caso a caso los lineamientos respectivos», cuenta Leandra Aguilar.

El Programa Nacional de Inmunizaciones de Chile es uno de los más serios y exitosos a nivel latinoamericano y eso ha permitido la erradicación prematura de varias enfermedades que hasta hace algunas décadas eran mortales o dejaban secuelas de por vida, tales como la viruela o la poliomelitis y que no se ven, o el tétano y la difteria. «Hoy nos vemos enfrentados a nuevas pandemias y queremos ver el mismo efecto que en el pasado, de eliminación y allí juegan un papel fundamental los procesos de vacunación y cobertura, sobre el 90% que es lo óptimo», sentenció.

El médico infectólogo del hospital Coyhaique, Carlos Mejías, concuerda con Aguilar. «Chile es líder a nivel mundial en coberturas y disponibilidad de vacunas y hay una oferta muy amplia de vacunas de manera gratuita y que se vienen administrando hace varias décadas y eso ha llevado a que nuestras estadísticas de mortalidad infantil o índice de infecciones sean de las más bajas en la región».

Si bien en los últimos años han existido rebrotes de algunas enfermedades como el sarampión, el desafío que significó enfrentar una patología totalmente nueva como el covid estresó los sistemas hospitalarios y puso contra el tiempo a los laboratorios para disponer de una vacuna que cumpla con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), «lo cual obligó a generar de la nada una vacuna y en el camino se hicieron muchas plataformas de vacuna que fueron todas útiles y pasamos de tener una población con cero anticuerpos a tener algún grado de respuesta, con algunas con mejor efectividad que otras», como indicó el Dr. Mejías.

Mejías destaca el acceso que tuvieron los chilenos y chilenas a la vacuna Sinovac, en un momento en que «los países se peleaban por la vacuna, el haber tenido un acceso amplio y masivo nos llevó a tener en poco tiempo a gran parte de la población vacunada y con algún grado de protección y eso evitó catástrofes que vimos en países vecinos».

La idea de estos procesos es que la enfermedad, en caso de ocurrir, no signifique una hospitalización o un agravamiento.

Con la excepción del agua potable, ninguna medida ha tenido mayor impacto que las vacunas en la reducción de la mortalidad de la población en Chile y el mundo.

La viruela se erradicó muchos años antes que el resto del mundo, siendo un gran hito para el país, como asimismo enfermedades infecciosas que causaban secuelas y mortalidad en décadas pasadas. «En 1975 se erradicó la poliomelitis y se logró eliminar el sarampión autóctono en 1993 gracias al uso de vacunas. Las vacunas están consideradas sin discusión como una de las intervenciones más costo efectivas y equitativas en la salud pública del país, como bien público y una herramienta poderosa que tiene la salud pública para proteger a la población», explica Sany Ojeda, encargada PNI de la Seremi de Salud Aysén.

La vacuna contra el COVID ha «permitido reducir de manera importante los casos graves, hospitalizaciones o muertes. Sigamos completando nuestros esquemas de vacunación, es responsabilidad de todos cuidarnos y seguir administrándose las vacunas para los refuerzos», añade Ojeda.

Los esquemas de vacunación han demostrado ser eficientes en la contención y eso quedó confirmado en la última ola de casos en que prácticamente ningún paciente ingresó con un cuadro complejo al Hospital Coyhaique.

Mitos de la Vacunación

A esta altura es difícil hablar de vacunas experimentales cuando se han administrado casi 12 mil millones de dosis en todo el mundo, «todas pasaron por sus procesos de estudios antes que se licenciaran y luego un seguimiento en el mundo real, en millones de dosis administradas. Cualquier medicamento usado de manera masiva puede genera que aparezcan efectos que no aparecen en los estudios, pero los riesgos han sido muy bajos y comparado con la protección que se ofrece en cuanto a enfermedad grave o muerte por COVID que es muy grande incluso en niños a nivel mundial o secuelados, así que, entre riesgos y beneficios, estos últimos favorecen a las vacunas», puntualiza el infectólogo Carlos Mejías.

Los efectos secundarios de las vacunas son muy escasos en comparación con la cantidad de dosis que se administran diariamente en el mundo «y los catalogados como graves son mucho menores todavía, algunas son reactogénicas, es decir, generan alguna molestia como dolor en el brazo, un poquito de fiebre, decaimiento y eso ocurre en niños y adultos, pero no como efecto adverso, pero de ninguna manera graves, lo cual es muy inusual».

«Gran parte de lo que estamos viviendo ahora, de esta reapertura es gracias a las vacunas, porque la gente sabe que gracias a ellas no va a tener un desenlace fatal, y no como hace dos años atrás que no sabíamos lo que podría pasar y esa seguridad está dada por la vacuna, porque la gente sabe que está protegida», manifiesta el especialista.

Relación con otros virus

Hace dos años cuando aparece el coronavirus, los demás virus invernales pasaron a un segundo plano, pero ahora con mayor circulación y desplazamiento humano es natural que reaparezcan los adenovirus, sincicial o rotavirus, entre otros patógenos invernales, donde por lo demás, los síntomas pueden ser indistinguibles, «sin embargo nos enteramos que en concomitancia con otros virus se generan cuadros más graves», matiza Mejías.

«El llamado es a vacunarse e ir con toda confianza, su efectividad está avalada en el mundo real, más que por estudios y esto de movernos, andar tranquilamente, sin temores es porque estamos con protección, pero aún queda gente que no se vacuna y que todos los días se muere, hemos normalizado eso de que todos los días mueren 50 personas por COVID y por lo general son pacientes sin su esquema de vacunación completo o no vacunados».

Alza en nivel de positividad: La antesala de un brote

Aysén en las últimas diez semanas presentó un descenso importante en la incidencia de casos y en la positividad, sin embargo, la última semana se nota un incremento en los contagios y particularmente en las comunas de Cisnes, Cochrane, O’Higgins y Guaitecas, así también hay una leve alza a nivel regional en positividad. «Esto se ha descrito en otras partes del mundo, donde se ha producido un rebrote de COVID a propósito que se han flexibilizado las medidas de salud pública y donde la comunidad está con un desgaste y agotamiento pandémico», explica Marco Acuña, epidemiólogo de la Seremi de Salud.

Otro factor que incide en el aumento de las cifras es la no vacunación con la dosis de refuerzo, sobre todo considerando que la variante Ómicron es altamente transmisible y puede «producir reinfecciones en periodos de sesenta días e incluso menos».

Por eso la importancia de mantener los esquemas de vacunación al día, incluyendo las dosis de refuerzo.

Medidas de prevención

La experiencia demuestra que las medidas de prevención son efectivas para evitar la transmisión del virus, siendo la más importante el uso correcto de la mascarilla, tapando nariz y boca, especialmente en espacios cerrados, como asimismo mantener un mínimo de un metro de distancia, lo que se suma al lavado de manos frecuente y la ventilación de los espacios.

A juicio del equipo de salud se debe continuar con la búsqueda activa de casaos (BAC) y la toma de PCR o test de antígenos, «es una estrategia muy importante, porque cerca del 20% de los casos positivos no tienen síntomas, de modo que la BAC puede identificar tempranamente a personas sanas, pero que portan el virus y lo transmiten».

Las medidas deben considerar los niveles individuales, familiares y laborales, ya que en estas últimas semanas se han generado algunos brotes en establecimientos educacionales, pero dentro del grupo de los profesores, lo que indica que debemos continuar cuidándonos del COVID y de otras afecciones respiratorias del invierno como el adenovirus, virus sincicial, parvovirus, rotavirus e influenza que en combinación con el COVID puede generar un complejo escenario estacional.