Ataque Cerebro Vascular: ¿Por qué prevenirlo?

Carmen Gloria Cuyul y Roxana Vega. Encargadas Programas de Salud Cardiovascular de la Seremi de Salud Aysén y Servicio de Salud Aysén.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al Ataque Cerebro Vascular (ACV) como un “síndrome clínico que consiste en signos de rápido desarrollo de trastornos neurológicos focales o globales de la función cerebral que duran más de 24 horas y que pueden conducir a la muerte, sin una causa aparente que no sea una enfermedad vascular”.

Cada año en el mundo, 15 millones de personas sufren un ACV, de los cuales 5 millones fallecen y otros 5 quedan permanentemente discapacitados.

En América Latina la realidad muestra, en la mayoría de los países, que el ACV es la segunda causa de muerte, mientras que en nuestro país es la primera.

En el año 2019 hubo en total de 7.983 defunciones por ACV, esto es, en promedio un chileno fallece cada hora por esta causa.

Más cifras, se calcula que en nuestro país habría 69 casos nuevos por día y según datos entregados por el Hospital Regional Coyhaique, el año 2019 se registraron un total de 145 ACV y 11 fallecimientos por esta causa.

No obstante, además de los antecedentes de mortalidad en general, esta enfermedad constituye la tercera causa de mortalidad prematura, es decir, personas que fallecieron entre los 30 y 69 años, y es la primera causa específica de carga de enfermedad en mayores de 74 años, y la quinta entre 60 y 74 años, generando un importante deterioro de la calidad de vida, costos económicos y sociales; y es la primera causa de discapacidad en nuestro país, descontando lo traumatológico.

Es que existen factores de riesgo no modificables que pueden condicionar la ocurrencia de ACV como la edad (aumenta a mayor edad), sexo (es predominante en hombres), antecedentes familiares (en caso de que alguno de los padres lo haya tenido) y raza (hay mayor ocurrencia en afroamericanos e hispanos).

Sin embargo, existen también factores de riesgo sobre los que podemos actuar, que son modificables y controlables con hábitos de vida saludable.

Algunas de estos factores de riesgo y que condicionan los ACV, tenemos al sedentarismo, sobrepeso, obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, colesterol elevado, apnea obstructiva del sueño, cardiopatías y uso de anticonceptivos orales.

¿Cuál es la sintomatología de un ACV?

Señaladas los factores de riesgo y que hay conductas modificables, en materia de prevención se hace necesario siempre definir cuál es la sintomatología de quien padece un ACV para su oportuno reconocimiento y acudir al Servicio de Urgencias con prontitud, ya que cuanto antes se haga el diagnóstico y se inicie el tratamiento, se disminuye el daño cerebral y sus secuelas neurológicas.

Entonces hay que tener especial cuidado al momento de presentar algunos de sus principales síntomas que son:

1) Asimetría facial o parálisis de la cara.

2) Incapacidad de mantener ambos brazos extendidos hacia el frente a la misma altura. Hormigueo, debilidad, entumecimiento repentino en brazo o pierna, particularmente en un lado del cuerpo.

3) Dificultad para hablar con claridad, para comprender, leer o escribir.

El ideal y lo que fomentamos como equipo de salud siempre es la prevención. En el caso de quienes ya sufrieron un ACV, es importante prevenir y evitar un segundo evento, no sólo a través del tratamiento farmacológico, sino incorporando estilos de vida saludables como herramientas no farmacológicas.

Los lineamientos establecidos por el Minsal proponen una atención integral y oportuna hacia las personas que sufren un ACV, a modo de reducir la letalidad, mejorar su funcionalidad y disminuir o evitar las discapacidades secundarias.

Y para eso, la Atención Primaria juega un rol importantísimo en todo lo referente a la promoción, prevención, tratamiento, derivación oportuna y educación a la comunidad, entre otras acciones.

Al Hospital Regional Coyhaique, único establecimiento de alta complejidad, es donde se derivan los pacientes que puedan estar cursando y hayan sufrido un Ataque Cerebro Vascular para el diagnóstico, estudio etiológico y posterior seguimiento enfocado en la rehabilitación y recuperación de la funcionalidad del usuario, con un equipo de salud multidisciplinario encargado de brindar una atención adecuada y oportuna en base a protocolos ministeriales y con sistemas de apoyo diagnóstico e imagenología.

Como Red de Salud de la Región de Aysén, debemos ser capaces de mejorar la calidad en todos los niveles de atención, tanto en promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación como en su seguimiento, y tener claridad en que:

“LA PREVENCIÓN ES LA MEJOR ESTRATEGIA PARA EVITAR EL ATAQUE CEREBROVASCULAR”.

 

 

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