Organizaciones y vecinos de Aysén participan en consulta sobre sitios prioritarios apuntando a “regresión ambiental”
- Se planteó que tanto el recorte del sitio Estepa Jeinimeni-Lagunas de Bahía Jara como la exclusión del proceso de nueve polígonos preexistentes, representa un retroceso respecto del estado actual, lo prohíbe la legislación vigente.
- En la presentación se abordó cada uno de los sectores, relevando su aporte en términos de su valor ecológico, de proteger la salud de los ecosistemas y las personas, además de la provisión de agua y alimentos sanos.
Mediante un documento de cerca de ochenta páginas, vecinos y organizaciones de la región de Aysén presentaron múltiples observaciones en el marco de Consulta Ciudadana sobre Sitios Prioritarios para la Conservación de la Biodiversidad en la Macrozona Sur, que incluye a la región. Aunque en Aysén el Ministerio de Medio Ambiente ha impulsado el reconocimiento sólo de Estepa Jeinimeni-Lagunas de Bahía Jara, los comentarios ciudadanos también apuntaron a la regresiva e ilegal exclusión de tres polígonos incluidos en la Estrategia Nacional de Biodiversidad y cinco de la regional, lo cual viabiliza su desprotección.
Las observaciones se presentaron en formato digital y físico, proceso en el cual participaron personas y organizaciones de diversos puntos de la región. Esto, en el entendido de que, además de reconocer el valor ecológico y cuidar la biodiversidad, los sitios prioritarios son necesarios para proteger la salud de los ecosistemas y las personas, al igual que la provisión de agua y alimentos sanos.
En general, se planteó que tanto el recorte del área de Estepa Jeinimeni-Lagunas de Bahía Jara como la exclusión del proceso de otros ocho polígonos representan una regresión ambiental respecto del estado actual, lo que prohíbe la legislación vigente. En la consulta tampoco se transparentaron claramente los fundamentos de la decisión adoptada, vulnerando el Acuerdo de Escazú que exige al Estado asegurar la participación informada de las comunidades en materia ambiental.
Asimismo se aludió a múltiples zonas aledañas a parques o reservas nacionales, que por tanto son áreas de amortiguación, y a otras que albergan humedales y turberas, junto con las que cobijan especies únicas como el huemul, huillín, delfines y ballenas, cactáceas, ciprés de Las Guaitecas, mañíos, muchas de ellas con problemas de conservación.
Los sitios prioritarios permiten la aplicación de herramientas de conservación compatibles con el desarrollo de actividades de bajo impacto y que tradicionalmente han realizado los pobladores y comunidades locales.
Los sitios excluidos del proceso
Los polígonos de la Estrategia Nacional de Biodiversidad excluidos son las islas oceánicas Guamblin/Ipun (ambiente marino con influencia oceánica y biodiversidad exclusiva); Bahía Anna Pink/Estero Walker (zona de reproducción y reclutamiento de peces) y Sector Hudson (alto grado de actividad forestal, corredor biológico, especies raras y vulnerables).
Entre los regionales están Río Baker (corredor biológico, uso turístico); Desembocadura Lago O’Higgins/Río Pascua(poco intervenido, corredor de biodiversidad; con presencia de huemules y otras especies; sector de recuperación forestal tras los incendios; con saltos de agua); Sector Ventisquero Chico–Campo de Hielo Sur (área periglaciar, proceso de colonización, uso turístico futuro, zona glaciar representante de campos de hielo); Deltas Lago General Carrera (reproducción aves acuáticas, bosque arrayán); Mallín Grande–Furioso (bosque primario de lenga; corredor de biodiversidad aledaño al Parque Nacional Patagonia).
Respecto del sector “Archipiélago oeste Canal Messier” no se realizaron observaciones, dado que, en la actualidad, dicha zona se encuentra íntegramente al interior de la Reserva Nacional Katalalixar; no justificándose su mantención en las categorías en discusión.
Tras la presentación en las oficinas de la seremi de Medio Ambiente en Coyhaique, Deisy Avendaño, coordinadora de la Red de Protección y Defensa del Territorio Patagonia, explicó que “hoy cumplimos un hito súper importante en las organizaciones socioambientales que hemos estado trabajando las observaciones, dada la urgencia y la prioridad que debería tener la protección de la biodiversidad”.
Explicó que fue difícil la tarea, considerando que el Sistema de Información y Monitoreo de Biodiversidad (plataforma oficial de los sitios prioritarios) “no presenta claridad en los datos que entrega, hay muchos antecedentes faltantes”. Por ello, calificó de positivo “haber logrado entregar las observaciones en el plazo, revisando bien los contenidos y los territorios de Aysén”, aunque consideró que más que la ciudadanía “debería el Estado proteger los ecosistemas de la región, que son súper frágiles”.
Por su parte, el presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida, Peter Hartmann, indicó que éste fue “un gran trabajo de la Red de Protección y Defensa del Territorio”, que involucró una labor de “semanas”. En particular, se refirió a los polígonos no considerados, que fueron excluidos por, supuestamente, tener otras figuras de protección, como Quitralco (que actualmente es Santuario de la Naturaleza), sin embargo “borraron de un plumazo un sitio que era bien importante, marino, que incluía, además de Quitralco, la isla Kent, las carreras del Chivato y Lobera, y parte sur de la isla Traiguén, todos con bastantes valores y de gran importancia, que desaparecieron sin más”.
Se involucraron en este proceso, además de las organizaciones mencionadas, la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén y la Fundación Costera Patagonia, cuya representante Carolina Loyola también participó en el ingreso presencial de las observaciones.



