Fallece René Olivares, el artista que dio identidad visual a Los Jaivas y a la música chilena
El arte nacional perdió a una de sus figuras más influyentes. Este lunes se confirmó el fallecimiento de René Olivares (1946–2025), destacado pintor, ilustrador y diseñador gráfico, conocido por haber creado la inconfundible iconografía visual de Los Jaivas, una de las bandas más importantes de la música latinoamericana.
Autor de carátulas legendarias como Alturas de Machu Picchu, Obras de Violeta Parra y Canción del Sur, Olivares logró algo poco común en el ámbito musical: construir, a través del diseño, un universo simbólico inseparable del sonido. Su estilo, caracterizado por la fusión de elementos andinos, surrealismo y colorido psicodélico, dio rostro a la estética visual de la agrupación, transformándose en parte de su identidad cultural.
Más que un diseñador, Olivares fue considerado “el sexto Jaiva”, y su vínculo con la banda se extendió por más de cinco décadas. Su obra acompañó el tránsito del grupo desde los experimentos psicodélicos de los años 70 hasta su consolidación como ícono del rock latinoamericano con raíces andinas.
El director de Diseño del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, Manuel Figueroa, destacó el legado del artista:
“La importancia de las carátulas de disco ha sido muy trascendente en la historia de la música, no solo por su valor estético, sino por el diseño como lenguaje. Lo que realizó René Olivares es prácticamente lo mismo que hizo, por ejemplo, el diseñador Ray Miles en el sello Blue Note: crear una identidad visual inconfundible. Una carátula no solamente adorna un disco, sino que habla de su música; es un prólogo de lo que vas a escuchar”, señaló.
En esa misma línea comparó su trabajo con lo realizado por Vicente Larrea con aproximadamente 100 caratulas de disco para la nueva canción chilena entre el 67 y 73 y a nivel internacional con Peter Saville en los años 80s para grupos como Joy Division, New Order para Factory Records.
El impacto de Olivares trasciende la historia de Los Jaivas. Sus creaciones marcaron una época en la que las portadas eran un puente entre el arte y la música, antes de la era digital. En ellas se combinaban pintura, tipografía y simbolismo, generando obras que se transformaron en íconos culturales y en parte del imaginario colectivo chileno.
En una era dominada por las plataformas digitales y los lanzamientos virtuales, la obra de René Olivares recuerda la importancia de lo tangible, de la carátula como experiencia visual que anticipa el sonido y prolonga su memoria.
Con su partida, la música chilena pierde a uno de sus creadores más integrales: un artista que, desde la pintura, ayudó a definir la forma en que el país imaginó —y escuchó— su identidad.




