Más de medio centenar de personas y dirigentes de distintas organizaciones de Aysén se reunieron los días sábado 10 y domingo 12 de agosto en dependencia de la Universidad Pública de Aysén, en el marco de las jornadas de autoformación e incidencia ciudadana «Crisis Climática en Aysén: Accionando desde Los Territorios».

Uno de los resultados fue la declaración pública con un «llamado a la acción de Aysén ante la crisis climática», suscrita al término de la actividad.  

Declaración pública

En ésta, se relevó la importancia de asumir el desafío de enfrentar la «crisis climática» desde las propias comunidades, porque «somos nosotros/as, junto a todos quienes en Aysén vivimos, directamente afectados por la pérdida de servicios ecosistémicos que nos aporta la naturaleza de esta Patagonia y el mundo». Esto, entendiendo que en la región «no sólo habitamos personas, también otros seres y especies.  Nuestra convicción ética, por la convivencia permanente, es que también deben ser considerados en nuestra reflexión y decisiones».

En este sentido, recordaron que los habitantes de Aysén «somos herederos y herederas, pero a la vez guardianes, del ciclo hídrico que es vida, y de los elementos que lo sustentan, más aún cuando los ecosistemas de altas latitudes son especialmente vulnerables». Puntualizando que los «elementos de la naturaleza que no son sólo recursos, porque aquello es una simplificación utilitarista de los bienes comunes».

El llamado es «a resistirse a que Aysén y sus territorios interconectados y comunidades, sean zonas de sacrificio por falsas soluciones a la crisis climática, que bajo la promesa -y en ocasiones, excusa- de las necesarias mitigación y adaptación replican el injusto e insustentable modelo que nos puso en este dilema».

En esto, se plantea como esencial «informarnos y participar, para que estos principios sean parte de la gestión climática social e institucional». Y en especial a «incidir en los procesos obligatorios de consulta ciudadana del Plan de Acción Regional de Cambio Climático y, particularmente, en todos los Planes de Acción Comunal de Cambio Climático, que los municipios deben obligatoriamente elaborar junio de 2025″.

Donde se instale «buen vivir de todos y todas en el centro de la discusión, incluidas las otras vidas que las que cohabitamos en la Patagonia.  Que la sustentabilidad sea transversal, y con pertinencia territorial y cultural en todos los ámbitos de nuestras sociedades, con foco esencial en regeneración, resiliencia y sostenibilidad en el tiempo».  Donde, en especial, se considere la cosmovisión de los pueblos ancestrales.

El trabajo

El sábado hubo exposiciones donde se explicó la institucionalidad nacional relativa al cambio climático, sus instrumentos y alcances. Además, en grupos de trabajo, se levantaron diagnósticos y propuestas desde los distintos territorios, con foco en soluciones basadas en la naturaleza e identificación de falsas soluciones a la crisis climática (llamadas desde la nomenclatura oficial maladaptación). El domingo, en tanto, se levantaron observaciones para el proceso de elaboración del Plan de Acción de Cambio Climático de Aysén, que se entregarán cuando se abra la consulta pública respectiva.

Además, el acuerdo fue seguir trabajando «como colectivo, uniendo las voces que no están teniendo oportunidad para incidir entre quienes toman las decisiones de espaldas a la realidad socioambiental, que requieren un contrapunto desde otras legítimas miradas».

Las y los participantes llegaron desde Caleta Tortel, Villa O’Higgins, Puerto Guadal, Villa Cerro Castillo, El Claro, Puerto Ingeniero Ibáñez, Islas Huichas, Melinka, Caleta Andrade, Puerto Aguirre, Puerto Aysén, Puerto Bertrand, Puerto Chacabuco, Valle Simpson. En total, ocho de las 10 comunas de Aysén.

Estas jornadas fueron organizadas por la Red de Protección y Defensa del Territorio-Patagonia, la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (CODESA), Chile Sustentable y la Agrupación Aysén Reserva de Vida (Agrupación ARV), con la colaboración de la universidad estatal.

En especial, se agradeció a Patagonia Sin Residuos por proporcionar los separadores de desechos, a Andrés Adiego por colaborar con el diseño de uno de los materiales de trabajo, al profesional de la seremi del Medio Ambiente Nicolás Smith por apoyo en la exposición introductoria, y a Malotún Ortiga por aportar su espacio para el cierre de la actividad.