Cortinas Cortaviento Forestales: su impacto positivo en los efectos del cambio climático
Aumentos de la temperatura del aire, deshielo de glaciares, incremento del nivel del mar, así como por la mayor frecuencia de fenómenos atmosféricos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas, son parte de los visibles efectos del cambio climático. Estos fenómenos no son globalmente uniformes y afectan a algunas regiones en mayor medida. Por ejemplo, para la comuna de Coyhaique se proyecta una disminución en la precipitación media anual de un 8%, aumentos de la temperatura en verano en torno a un 17% en sus valores máximos y de un 25% en los valores mínimos y, en la temporada de invierno un aumento del 58% en la temperatura mínima y un 30% en la máxima, según un estudio de la Universidad de Chile.
Pero un factor que poco se ha discutido, es el aumento de la velocidad de los vientos que podría provocar perjuicio a los sectores productivos ligados al agro. En este sentido cobran relevancia las cortinas forestales cortavientos o de protección, que son una más de las alternativas que entregan las prácticas agroforestales para ser utilizadas por los agricultores con fines productivos y de protección ambiental. Estas se definen como el establecimiento de una o más hileras de árboles y/o arbustos dentro de un predio para reducir la intensidad de los vientos y proteger y conservar los recursos naturales incidiendo en el aumento de la productividad predial. La reducción de la velocidad del viento produce cambios micro climáticos generando una zona de protección que se traduce en mejores condiciones para el crecimiento de los cultivos y la protección del ganado.
Estudios realizados por INFOR e INIA han demostrado importantes resultados en términos de aumento de productividad de predios que utilizan cortinas cortaviento, donde se han observado incrementos de hasta en un 40% para trébol rosado y alfalfa respectivamente. En términos simples, un productor que siembra 10 hectáreas podría cosechar la productividad de 14 hectáreas. Además, es posible obtener productos maderables y no maderables a través de su manejo. Pero las cortinas cortaviento también exhiben múltiples efectos ambientales positivos, como la conservación del suelo, captura de carbono, reducción de la erosión y aumento en la biodiversidad entre otras.
Fomentar estas prácticas de uso del suelo son desafíos para la Región, por lo cual es necesario pensar en una mirada de largo plazo, que contemple la generación de nuevo conocimiento e investigación científica para su aplicación territorial. En esa línea, INFOR, en conjunto con otras instituciones está organizando en la ciudad de Coyhaique el V Congreso Internacional Agroforestal Patagónico (CIAP), instancia donde investigadores, profesionales y tomadores de decisión discutirán estas temáticas y propondrán perspectivas y propuestas para el futuro de esta y las nuevas generaciones.
Por: Jaime Salinas Sanhueza, Gerente Instituto Forestal (INFOR) Sede Patagonia.
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