Emotiva ceremonia del Día del Soldado Conscripto y entrega de Corvo
En una jornada marcada por el frío y la nieve característico de la Región de Aysén, se llevó a cabo la ceremonia en conmemoración del Día del Soldado Conscripto y entrega de Corvo a los jóvenes conscriptos recientemente acuartelados en el Campo de Instrucción y Entrenamiento “Las Bandurrias” ubicado en la ciudad Coyhaique.
Cada 18 de mayo y en homenaje a los militares que fallecieron en la Tragedia de Antuco, el Ejército conmemora el “Día del Soldado Conscripto”, como una forma de reconocer y destacar el compromiso, entrega y labor que realizan, en beneficio del país, miles de jóvenes que cumplen con su Servicio Militar.
En este día se recuerda con recogimiento y se rinde un sentido homenaje a los 45 militares que, en mayo de 2005, fallecieron en los faldeos del Volcán Antuco, y de manera particular, a los 44 jóvenes soldados conscriptos que cumplían con su Servicio Militar. El Ejército ha estado siempre presente con sus familias y en esas dos décadas, se ha abocado a optimizar sus procesos educativos, de entrenamiento, equipamiento e infraestructura producto de las lecciones aprendidas que derivaron de esta lamentable tragedia, con el objetivo de minimizar al máximo la posibilidad de un hecho de estas características vuelva a repetirse
La actividad reunión a los soldados pertenecientes a las distintas unidades dependientes de la IV División de Ejército, quienes hicieron un minuto de silencio rindiendo homenaje a los soldados fallecidos en Antuco, posteriormente se procedió a la entrega de corvo recibiéndolo con orgullo, símbolo de compromiso, valor y pertenencia a las filas del Ejército de Chile.
Esta actividad tiene una profunda significación simbólica, histórica y práctica. Este cuchillo curvo, característico del soldado chileno, no sólo es una herramienta de combate y supervivencia sino que representa el compromiso con la patria y el espíritu guerrero del soldado chileno.
El corvo tiene su origen que se remonta a los pueblos atacameños del norte de nuestro país, quienes forjaban herramientas y armas con formas curvas para labores agrícolas y defensa. Con el tiempo, este diseño fue adoptado y adaptado por los soldados chilenos especialmente durante la Guerra del Pacífico (1879 – 1884), donde se popularizó como arma de combate cercano. La forma curvada del corvo ofrecía ventajas en espacios reducidos y durante los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, consolidando su uso en las tropas.
Uno de los momentos más significativos de la ceremonia fue la entrega de un diploma por “Tradición Militar” a aquellos padres y/o abuelos, que han cumplido con su servicio militar y que hoy los jóvenes conscriptos continúan el legado familiar y compromiso intergeneracional con la Patria. Emoción y orgullo se vivieron intensamente cuando los padres y abuelos pudieron compartir con sus hijos y nietos, en un encuentro cargado de simbolismo y sentimientos.
Durante la ceremonia se realizó una impactante muestra de combate especial, ocasión la cual los efectivos demostraron parte de las habilidades adquiridas, lo que generó el reconocimiento y aplauso de todos los presentes.
A pesar de las bajas temperaturas y la nieve que cubría el entorno, la ceremonia contó con la cálida presencia de autoridades militares, familiares y seres queridos quienes acompañaron a los jóvenes en este importante paso dentro de su formación.
La jornada concluyó con un impecable desfile militar, donde los soldados conscriptos marcharon con gallardía frente a autoridades y sus familias dando cierre a una ceremonia que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.




