Día Mundial del Cáncer de Ovario: más de 800 mujeres son diagnosticadas al año

Es el segundo tipo de cáncer ginecológico más frecuente en Chile, siendo superado solo por el de cuello uterino.

Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, con el objetivo de visibilizar esta enfermedad silenciosa, fomentar el conocimiento de sus síntomas y promover la importancia de una detección temprana. Aunque no es el tipo de cáncer ginecológico más común, sí es uno de los más letales, debido a que suele diagnosticarse en etapas avanzadas.

En Chile, se estima que más de 800 mujeres son diagnosticadas cada año con esta enfermedad y más de 500 fallecen a causa de ella, según cifras del Ministerio de Salud. Se trata del segundo cáncer ginecológico más frecuente en el país, siendo superado solo por el de cuello uterino.

Este cáncer se origina en los ovarios, órganos responsables de producir óvulos y hormonas femeninas, aunque también puede desarrollarse en las trompas de Falopio o en el peritoneo. En la mayoría de los casos, no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales, lo que dificulta su detección precoz y limita las opciones de tratamiento curativo.

La Dra. Laura Itriago, jefa de Oncología Médica de Clínica Universidad de los Andes, explica que uno de los tipos más frecuentes es el carcinoma seroso de alto grado, una forma agresiva de tumor que se origina en las células que recubren la superficie del ovario, y que representa la mayoría de los casos. Otros subtipos incluyen el mucinoso, endometrioide, de células claras y los tumores de bajo potencial maligno. En menor medida, el cáncer de ovario puede originarse en células germinales, que son las encargadas de formar los óvulos; dentro de este grupo, uno de los tumores más conocidos es el teratoma inmaduro, que puede contener tejidos poco desarrollados y suele presentarse en mujeres jóvenes.

Aunque pueden confundirse con molestias digestivas comunes, es importante consultar a un especialista si se presentan, de forma nueva y persistente (por más de dos semanas), los siguientes síntomas:

  • Hinchazón abdominal persistente
  • Dolor pélvico o abdominal
  • Necesidad urgente y frecuente de orinar
  • Cambios en los hábitos intestinales
  • Pérdida de apetito o sensación de saciedad rápida

En cuanto a los factores de riesgo, son varios los que aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad:

  • Edad avanzada
  • Menarquia precoz
  • Menopausia tardía
  • Nuliparidad (no haber dado a luz)
  • Endometriosis
  • Antecedentes familiares de cáncer de ovario o mama
  • Mutaciones en genes como BRCA1 y BRCA2
  • Síndrome de Lynch
  • Tabaquismo
  • Obesidad

El tratamiento dependerá de la etapa en la que se diagnostique. En fases iniciales (etapas I y II), la cirugía puede ser suficiente. En etapas más avanzadas, se requiere un abordaje multidisciplinario que incluye quimioterapia, cirugía posterior o tratamientos como terapias dirigidas e incluso inmunoterapia. En etapas terminales, el manejo es generalmente paliativo.

Actualmente, no existe un examen de tamizaje específico para detectar el cáncer de ovario en mujeres sin factores de riesgo. Por eso, los controles ginecológicos periódicos, el conocimiento del historial familiar y la atención a síntomas persistentes son fundamentales.

“Una detección temprana puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de las pacientes. Por eso es crucial educar, sensibilizar y fomentar los controles médicos regulares”, enfatiza la Dra. Itriago.