Siete bandas y cuatro horas de música en vivo dieron forma al séptimo escenario del Festival Confluencia de la Región de Aysén, que reunió a músicos y músicas regionales que compitieron por un cupo en el 20º Festival Rockódromo que tendrá lugar en diciembre en Valparaíso.

Se presentaron sobre el escenario del Centro Cultural Coyhaique La Minike, La Merken Van, Buzaiko, Nicanor Porro, y quien resultó ganador del certamen, Mbiro Mental, proyecto de Alejandro Cárdenas que mezcla electrónica con sonido étnicos y locales.

Después de la competencia, se presentó Celeste Banda, ganadora de la versión anterior del Confluencia que estuvo sobre el escenario Rockódromo 2023. Cerró la jornada el dúo sanbernardino Yorka con todo sus sonidos del indie pop. Las hermanadas compositoras y profesoras de música, Daniela y Yorka Pastenes, hicieron bailar y corear a las casi 200 personas que llegaron hasta el edificio de la Corporación Cultural de Coyhaique.

Para el seremi de Culturas Aysén, Felipe Quiroz, se trata de un evento anual que «ya está consolidado entre el público de Coyhaique y durante siete años ha mostrado un crecimiento permanente. Cada año participan más bandas en los procesos formativos de las Escuelas de Rock y Música Popular del Ministerio de las Culturas; y en cada Festival Confluencia quieren participar más sonidos de la escena local. Tuvimos músicos y músicas de gran calidad sobre el escenario y estamos felices de anunciar que el proyecto Mbiro Mental parte al Rockódromo 2024 a representarnos en Valparaíso».

Para el ganador del Confluencia, Alejandro Cárdenas, fue «supermotivante poder participar de una instancia como el Festival Confluencia de las Escuelas de Rock, donde se muestran músicas que se están haciendo hoy por hoy en la región, acá en el territorio. Haber sido partícipe de eso y haber podido mostrar mi música, una música fresca y nueva de este momento en la ciudad de Coyhaique, en la Región de Aysén, para mí es muy muy importante, muy trascendente y muy significativo para este proyecto que tengo que es Mbiro Mental. Tengo importantes expectativas respecto de Valparaíso porque considero que el Rockódromo es un escenario fundamental a nivel nacional. Lo entiendo así porque comprendo la historia de su génesis».

Desde Valparaíso, el productor de Escuelas de Rock, Rafael Bravo, apreció en vivo el Confluencia, del cual formó parte del jurado junto a los votos de Yorka y el seremi Felipe Quiroz. Rafael dijo que «estamos muy contentos de haber estado en la séptima versión del Festival Confluencia, nuestra segunda parada de la Red de Festivales que va a terminar el 12 de octubre en las regiones de La Araucanía y los Lagos. Estamos celebrando los 20 años del Rockódromo, los 30 años de Escuelas de Rock y la séptima edición de este festival de rock, público y austral. Siento que nos dejó con un sabor de que es un festival instalado en la Patagonia, sentíamos que la gente, los colectiveros, ya saben lo que es el Confluencia, y no solo eso; también están las ganas de encontrar a la banda que va a representar el sonido de Aysén y Coyhaique en esta edición número 20 del Rockódromo. Creo que el nivel de este año estuvo muy bueno, postularon 20 bandas y estas cinco que quedaron dejaron un trabajo bien difícil para el jurado».

Minutos después de cerrar la jornada, Yorka Pastenes dijo que «fue un verdadero abracito. Dicen que en Coyhaique hace frío, yo siento puro calor», lo que su hermana Daniela complementó con que «también estuvo muy interesante poder conocer proyectos de la zona y saber qué está pasando en sus distintos estilos y seleccionar a la próxima banda que va a estar en Rockódromo este año».