La Asamblea de niños, niñas y niñes se ejecutó el día lunes 3 de julio 2023 a las  11:00 horas en el Espacio Educativo Micelio en la localidad de Puerto Cisnes.

La actividad se organizó y llevó a cabo por la Consultora Confluencia en conjunto con Espacio Educativo Micelio. Esta experiencia se enmarcó con el objetivo de escuchar y visibilizar las opiniones, intereses y necesidades de las niñeces en el espacio que habitan en un ambiente de cobijo y confianza, permitiéndoles que ellos/as se comuniquen con el mundo de la adultez. Un mundo que parece separado de las niñeces, que en ocasiones, subestima e invisibiliza sus opiniones, pensamientos, deseos, anhelos, desde esta perspectiva, es esencial reconocer y resignificar que junto a las niñeces habitamos el mismo mundo ambiental, social, cultural y político, por ello es realmente necesario hacerles partícipes del propio mundo que habitan, como  un derecho humano, respetando todas las etapas de su desarrollo integral.

Por otra parte, es esencial mencionar, que el equipo a cargo de la experiencia, se inspiró en la publicación de la Ciudad de los niños del educador Francisco  Tonnuci.

Desde esta mirada, Espacio educativo Micelio, Consultora confluencia y equipo que lo propicia, pulsa la  necesidad de abrir un espacio a las sensibilidades de las niñeces frente a su visión  del territorio que habitan.

¿Cuánto son escuchadas y consideradas sus necesidades e intereses en las decisiones políticas?,

¿En la práctica de la “democracia” ellos/as  son agentes que se consideran como ciudadanos/pobladores/as activos?,

¿Qué mirada nos puede aportar la infancia, que cómo adultos/as no logramos ver?.

Estas y otras interrogantes, nos invitan a crear estos espacios, asambleas que de  forma respetuosa, cuidadosa y contenedora consideran a nuestros/as participantes,  como seres activos y conscientes según sus diferentes etapas de desarrollo. “Gianni Rodari hablaba de un oído «verde»que los adultos deberían tener para saber  escuchar a los niños. Hace falta mucha curiosidad, atención, sensibilidad, sencillez. Hace falta creer que los niños tienen algo que decirnos y que damos, y que este algo es distinto de lo que sabemos y de lo que sabemos hacer los adultos, y que entonces vale la pena ponerlos en condición de expresar lo que piensan realmente. Para lograr esto, es necesario ayudar a los niños a liberarse de los estereotipos, de  las respuestas obvias y triviales de la televisión y el mal ejemplo de los adultos, en  la casa, en la escuela, en la ciudad le han impuesto a sus ojos, ocultando sus  deseos, su creatividad. Es necesario llevar de nuevo a los niños a que se atrevan, a que deseen, a que inventen, y entonces surgirán las ideas, las propuestas, las  contribuciones. Además, es necesario comprender a los niños, yendo más allá de  la aparente intrascendencia de sus propuestas. Así, estas ideas nos permitirán  hacer mejor la ciudad de todos y no sólo tener en cuenta las exigencias de los  niños”¹

Esta primera experiencia se espera pueda continuar en el tiempo y extenderla a  toda la región de Aysén, para formar el hábito de escucharnos y que las niñeces  participen de las políticas públicas como actores/as sociales.

El Resultado de esta  asamblea se verá reflejado en un informe que se hará llegar las instituciones pertinentes, donde se espera realizar un trabajo conjunto.