Las mujeres pagan más en un 76% de los productos que los hombres según estudio “Impuesto Rosa” del Sernac

●Las mujeres pagan más en un 76,5% de la muestra que presenta diferencias, mientras que los hombres en un 23,5%.

Del total de productos con diferencias de precios por género, el 76,4% se concentra en la categoría «Aseo y cuidado personal de adultos».

Análisis detectó también que existen productos idénticos para ambos géneros, pero el formato es distinto, ya que en el caso de las mujeres contiene menos unidades y/o contenido neto, resultando más caros para ellas si se analiza el precio por Unidad de Medida (PPUM).

Un análisis realizado en la Región de Valparaíso detectó que un 24% de los productos presentaron diferencias de precios por género, siendo la comuna de Viña del Mar la que concentró los precios mayores para mujeres.

El SERNAC realizó un estudio en tiendas de Santiago y Valparaíso con el objetivo de detectar el llamado “impuesto rosa”, o diferencias de precios por productos de igual función y características, dependiendo del género.

Se llama impuesto rosa (del inglés pink tax), impuesto de género (gender tax) o también “tasa invisible”, al costo extra de productos y/o servicios cuando son destinados al público femenino, en especial cuando son funcionalmente idénticos a sus equivalentes destinados a los hombres y, en consecuencia, la diferencia no puede vincularse a un mayor costo de producción u otro atributo y nacen usualmente de estereotipos de género.

El concepto de «impuesto rosa» se acuña en la década de 1990 en California, Estados Unidos bajo el nombre de “impuesto a la mujer” y se relaciona a que muchas veces la

principal diferencia del producto radica en ser de color rosa, como es el caso emblemático de las máquinas de afeitar desechables.

El Director Nacional del SERNAC, Lucas Del Villar, explicó que en Santiago se detectaron menos productos con diferencias de precios por género que en estudios anteriores, aunque se registraron varios hallazgos. “Si bien hemos visto un ajuste en las prácticas, todavía existen ejemplos en que las mujeres pagan más por productos de igual función, sólo por el color destinado a su género. Lo que también es preocupante es que hay productos que tienen menos cantidad para ellas que para ellos y las empresas deberán explicar a qué se debe esa diferencia”.

Explica que, si bien las diferencias de precios de los productos no es necesariamente una infracción a la Ley del Consumidor, las empresas deben generar buenas prácticas en un ámbito que es de vital importancia, como la igualdad de género. “Aunque es natural que existan diferencias de precios en los productos, en los tiempos actuales es difícil justificar que un producto con idéntica función, sea más caro para un género que otro”, enfatizó.

Por su parte, la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, valoró el estudio e indicó “que haya precios diferenciados por género es una clara discriminación contra de las mujeres, afecta sus derechos y genera un impacto negativo en su economía ya que por el mismo producto ellas pagan más que los hombres. Los estudios del SERNAC permitieron visibilizar esta realidad y la diferencia en los precios de los productos, que en el año 2019 eran de un 24%, hoy se ha reducido a un 6,7%. Una brecha que si bien es menor, sigue siendo inaceptable”.